La Verdad sale del pozo, con su látigo, para castigar a la Humanidad, es es una pintura al óleo (1896) del artista francés Jean-Léon Gérôme.

 Se encuentra en el Museo Anne-de-Beaujeu.

Para representar alegóricamente a la verdad, Jean-León Gerôme plasma el hermoso cuerpo desnudo de una joven que sale de las profundidades de un pozo. La verdad debe representarse desnuda (o como mucho con velos trasparentes). La verdad no debe ocultar nada. La mujer sale gritando de su pozo, desnuda y con un látigo, para fustigar a los mentirosos.

El cuadro hace alusión a las palabras del filósofo griego Demócrito (460 – 370 a. C.): “De verdad no sabemos nada, porque la verdad está en un pozo”.

CUENTO MORALIZANTE

Cuenta la leyenda, que un día la Verdad y la Mentira se cruzaron.
-Buen día- dijo la Mentira.
-Buenos días- contestó la Verdad.
-Hermoso día- dijo la Mentira.

Entonces la Verdad se asomó para ver si era cierto. Lo era.
-Hermoso día – dijo entonces la Verdad.
-Aún más hermoso está el lago- dijo la Mentira.

Entonces la Verdad miró hacia el lago y vio que la Mentira decía la verdad y asintió. Corrió la Mentira hacia el agua y dijo:
-El agua está aún más hermosa. Nademos.

La Verdad tocó el agua con sus dedos y realmente estaba hermosa y confió en la Mentira. Ambas se quitaron la ropa y nadaron tranquilas. 

Un rato después salió la Mentira, se vistió con las ropas de la Verdad y se fue.

La Verdad, incapaz de vestirse con las ropas de la Mentira comenzó a caminar sin ropas y todos se horrorizaban al verla. 

Es así como aún hoy en día la gente prefiere aceptar la mentira disfrazada de verdad y no la verdad al desnudo.